lunes, 9 de mayo de 2016

Lo mejor para tu bebé

Todos hemos oído alguna vez que la lactancia materna es el mejor alimento, el más equilibrado y el que contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del recién nacido. 
La mayoría de los estudios científicos y organismos nacionales e internacionales coinciden en que los beneficios de la lactancia materna son innumerables para el bebé, para la madre e incluso para la sociedad y el medio ambiente, debido a que, por ejemplo, se ahorra energía y se generan menos residuos (menos plásticos y caucho de los biberones y tetinas, cartón y papel de etiquetado, vidrio y envases, etc.).


Aquí tenéis los beneficios para los bebés con todo detalle para que profundicéis un poco más en el tema.


    1. La leche materna siempre está disponible y lista para tomar.

2. La leche materna no cuesta dinero. Además, incrementa los recursos de la familia (o por lo menos los mantiene) y de la sociedad. Gracias a sus propiedades inmunitarias y a los anticuerpos que contiene, los bebés amamantados enferman menos, lo que implica menos visitas al pediatra y menor gasto en medicamentos. Asimismo, las mujeres que amamantan a sus hijos tienen que faltar menos al trabajo para cuidarlos cuando se ponen enfermos.

3. Proporciona los nutrientes necesarios en la cantidad y temperatura adecuados. La leche materna ofrece la combinación ideal de nutrientes para el bebé, incluyendo las vitaminas, proteínas y grasas que necesita. Su composición cambia conforme crece el bebé, de modo que satisface las necesidades en sus diferentes etapas de desarrollo. 

4. Los componentes de la leche materna son fácilmente digeribles por el sistema digestivo, todavía inmaduro, del recién nacido. Esto previene problemas digestivos en el bebé tales como cólicos, estreñimiento o diarrea.

5. Protección contra enfermedades infecciosas y crónicas. La leche materna contiene anticuerpos, favoreciendo el buen funcionamiento del sistema inmunitario de tu bebé, aumentando sus defensas contra las infecciones y disminuyendo la proliferación de microorganismos nocivos. Pero lo más importante es que los anticuerpos que contiene provienen de la madre, transmitiéndose específicamente aquellos que le permiten combatir las enfermedades a las que el bebé está expuesto en su medio ambiente. Por eso, la nutrición en las primeras etapas de la vida del bebé es determinante en el desarrollo de su sistema inmune.
La lactancia materna exclusiva reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia y favorece un pronto restablecimiento en caso de enfermedad.

6. Reduce la predisposición a enfermedades respiratorias. Los bebés que se alimentan con leche materna exclusivamente durante los primeros seis meses de vida tienen menos infecciones en el oído y enfermedades respiratorias, incluyendo asma.

7. Previene las alergias. Los bebés alimentados con leche materna también sufren menos alergias a alimentos, factores ambientales y alergias en la piel. Según La Liga de la Leche, la lactancia materna previene las alergias por dos razones:

a. El bebé está expuesto a menos alérgenos en los primeros meses de vida.
b. La cubierta protectora que ofrece el calostro evita que potenciales alérgenos penetren el sistema del bebé.

8. Disminuye el riesgo de desarrollar obesidad. Como la leche materna contiene los nutrientes que el bebé requiere y la cantidad consumida es autorregulada, tiene mejores probabilidades de aumentar el peso justo y comer únicamente la cantidad necesaria. 

9. Disminuye el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Os dejo este estupendo artículo sobre lo que es el SMSL. 

10. La variedad de sabores que recibe el bebé en la leche maternasegún la alimentación de la madre, preparan al niño para aceptar mayor variedad de alimentos. 

11. Favorece el correcto desarrollo de la mandíbula, los dientes y el habla. El acto de succión contribuye al avance de la mandíbula del bebé alcanzando una posición apropiada alrededor de los 8 meses. Si esta succión se realiza con tetina, los movimientos que realiza el bebé son más pasivos y los músculos de la mandíbula no se desarrollan tanto. Es por ello que una correcta succión y deglución son de vital importancia para el óptimo desarrollo de las estructuras orofaciales y así prevenir alteraciones del lenguaje.

12. Crea un fuerte vínculo madre-hijo. Cubre las necesidades de apego y seguridad del niño que favorecen su autoestima y la relación con su madre. Muchas madres disfrutan enormemente de la íntima conexión que establecen con sus bebés cuando los amamantan. Y el contacto piel con piel puede contribuir a afianzar el vínculo emocional que se establece entre ellos.

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  13. Bebés con un mejor desarrollo sensorial y cognitivo. Algunos estudios sugieren que los niños alimentados exclusivamente con leche materna tienen  un coeficiente intelectual ligeramente más alto que el de los niños alimentados con leche de fórmula. No sería justo decir que son más listos, pero sí podríamos decir que tienen la capacidad de desarrollar naturalmente todo su potencial.
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Si yo fuera tu bebé, ¡no lo dudaría!














Fuentes:



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